No se da cuenta de que sobra, de que todas sus palabras han sido ya dichas, y las no dichas no quieren ser escuchadas, es más, las que no quieren ser escuchadas pierden toda su belleza al caer en el saco roto de la ignorancia en un principio, y de la insalubilidad al comenzar a ser estridentes para los otros, malo para la salud como un virus de la gripe.
Aun así continúa sin darse cuenta. Es tan triste...
Pasa una hora, otra, otra, y así hasta la íncomoda luz del amanecer que comienza a darle sensatez al momento, donde se comienza a recuperar la cordura.
El metálico y chirriante ruido de la realidad que conmueve el alma, que lleva a la depresión por las horas ya irrecuperables, podría haber sido distinto.
Veinte días han pasado con verdaderamente poco que hacer, muy poco, el estrés aparecido con el ajetreo reaparece con la inercia de "porque sí, porque ésto es así". ¡Dios! Nunca desaparece esa puta mierda. Por fortuna hay métodos estadísticamente probados para disminuírla, incluso erradicarla. ¿Volverá a aparecer?. Probablemente, "Porque sí, porque ésto es así"
Mi vida y la de otras muchas personas deberían ser deconstruídas, reseteadas, oxigenándolas con un nuevo aire, aun así,m cuando se vuelvan a gastar regresar al inicio, el Eterno Retorno. Los hindúes tienen la esperanza de la reencarnación, los cristianos la eterna felicidad, y los budistas la efectiva desafectividad.
Yo tengo mis mecanismos de defensa, mis actividades semanales, mis actividades de fin de semana, mis experiencias afectivas-amorosas-amistosas, mis vacuas conversaciones, las conversaciones vacías de otros, mis conciertos, mis botellones, mis cervezas de veinte céntimos de marcas blancas, el Silmarillion. Cuando falle todo se vuelve al eterno retorno, aunque con un poco más de resquemor, y con la mosca detrás de la oreja. Es curioso cómo los peores momentos de Crisis Existenciales son tras una salida nocturna cargada de alcohol.
